AMIGOS

Desde los primeros días del pasado mes de abril fue aprobado el nuevo presidente municipal de Naucalpan por el congreso local  con 60 de los 75 votos de los diputados locales. Víctor Hugo Gálvez  Astorga terminará como presidente naucalpense la gestión iniciada por Edgar Armando Olvera el 1 de enero de 2016. Cabe mencionar que Gálvez Astorga es maestro en derecho penal, ha sido regidor y actualmente es diputado local con licencia.

Es de esperar que la administración de nuestro nuevo presidente esté cargada de acciones en beneficio de la comunidad naucalpense, principalmente en aquellos temas que Olvera ni siquiera los tocó: la depuración de la policía municipal y de manera muy especial la llamada policía de tránsito; (ésta como actúa, tal parece que la vistieron con el uniforme para revestirla de absoluta impunidad) combate  al ambulantaje, puestos fijos y semifijos de fritangas, la retirada de las camionetas con productos oaxaqueños, camionetas de  mudanzas en las vías más conflictivas en Cd. Satélite; ordenar la circulación de combis, microbuses, impedir el estacionamiento de vehículos en sitios verdaderamente conflictivos como en la zona de restaurantes, Zonas Azul  y Verde, entre los Ctos. Novelistas, Economistas y Periférico.

Reubicar el sitio de taxis que tanto estorba en las cercanías de Telas Parisina, máxime con las obras de excavación del complejo en construcción. Y lo que preocupa y angustia a toda la sociedad, la inseguridad, los robos a domicilios, asaltos a mano armada, despojo de objetos personales, celulares, dinero, etc. 

Entendemos que 8 meses representan poco tiempo para el nuevo edil, pero cuando se tienen deseos de trabajar por la comunidad y ganarse las simpatías de la sociedad,  el tiempo es lo de menos.

Ya lo iremos viendo  en las próximas semanas si Víctor Hugo viene a devengar su alto sueldo o nomás viene a calentar la silla por 8 meses a costillas de nuestros impuestos; claro que hay muchos otros temas, pero sin duda alguna,  los mencionados ningún edil  los ha tomado  como agenda de sus compromisos de cara a la ciudadanía. Al tiempo.             

 

Se nos está consumiendo el tiempo para acabar de entender que los cambios no son nada fáciles si es que estos son cambios para bien. Los que no caen dentro de la categoría del bien común no vale la pena ni de siquiera mencionarlos.

De lo que sí tenemos que insistir hasta el cansancio, es que todo cambio a nivel general es, por su naturaleza misma, muy difícil de alcanzar, pero si se trata de la causa más importante y noble nadie debe regatearle ni el más mínimo esfuerzo, como es el caso del cambio que el pueblo mexicano está ávido de obtener cuanto antes.

Este próximo 1 de julio debemos de aprovecharlo para fincar sus cimientos de este tan anhelado cambio. Estamos hasta la madre de que se nos imponga un México que nadie quiere;  entonces vamos a darle nuestro voto al candidato que ofrece conducir a la nación  por la ruta del desarrollo integral, a empoderar a las instituciones, a actualizar y hacer operantes las reformas en marcha y a convocar otras que se requieren para eficientar el aparato gubernamental: administración de Justicia, actualizar el Poder Judicial, actualizar la división de poderes hasta conseguir que los tres trabajen cada uno en su respectivo ámbito, pero con la mayor eficiencia y prontitud requeridas.

 

Y sobre todo que haga que los mexicanos y mexicanas volvamos a disfrutar de la seguridad que durante décadas tuvimos; que meta en orden a transportistas en las ciudades, en las carreteras  y autopistas del todo el país.

Que desde el primer día de su mandato ponga a funcionar las medidas que con absoluta claridad está exponiendo en la campaña a fin de exterminar el crimen organizado con su ola de ejecuciones, de secuestros, desapariciones forzadas, robos a domicilios, asaltos a mano armada y todo lo que ha venido produciendo la  impunidad en su máxima expresión .

Finalmente, exhorto a los candidatos a que en mayo y junio echen toda la carne al  asador,  a fin  captar los millones de votos indecisos u ocultos con los que de seguro triunfará quien tenga la capacidad de convencimiento. Esto no es cosa menor, es de la mayor importancia y estamos aún a tiempo; no vaya a ser que después lloremos como niños lo que no supimos o no quisimos defender como hombres. Merece meditarlo concienzudamente.

 

45 mil millones de pesos al año le cuesta a la CFE (comisión federal de electricidad) el robo de energía eléctrica, según declaró su director Jaime Hernández durante una conferencia de prensa realizada en la residencia oficial de Los Pinos.

Y abundó explicando: “que de esa cantidad poco más del 55%, alrededor de 25 mil millones de pesos corresponden al robo de energía. Este robo es verdaderamente nocivo para la salud financiera de la empresa, pero siendo la CFE propiedad de todos los mexicanos, quien roba energía eléctrica nos está robando a todos”.

Entonces, ¿qué hace este señor al frente de la CFE como también los anteriores como Enrique Ochoa Reza, actualmente presidente del pri. Si no han sido capaces de retener esas cuantiosas fugas y ni siquiera disminuirlas, confiando que a todos nos roban? Échese ese trompo a la uña. Vaya mentalidad de funcionarios. No cabe duda que por esos estamos como estamos.

 

A los 45 mil millones de pesos fugados  de la CFE agréguele 30 mil millones del huachicol cada año y por el otro lado los miles de millones de pesos invertidos en equipos, armas y sueldos que para simular el combate tiene que aumentar el costo de la impunidad de la cual gozan esos grupos que a todos nos roban; también hasta el cansancio, todos los gobiernos y en todos los tonos nos han repetido que Petróleos Mexicanos (PEMEX) pertenece a todos los mexicanos.

Yo no sé si usted, pero yo cada vez que me paro en una estación de servicio tengo que pagar más de 19 pesos por cada litro de gasolina y, si no pago puntualmente lo que la dichosa CFE me cobra en un caso cada mes y en otro cada dos meses,  ni tardos ni perezosos  me cortan el servicio, y para reanudarlo me obligan hacer nuevo contrato y me hacen perder horas enteras como si nunca hubiera existido contrato de prestación de servicios firmado por mi.

¿En qué país vivimos?: se va Peña y, ¿acaso Andrés Manuel mejorará tanta arbitrariedad y abusos sin límite, tal como el candidato lo está prometiendo?, lo dudo totalmente. Mientras tanto SI QUEREMOS LA PAZ TRABAJEMOS Y OREMOS POR LA JUSTICIA y hasta la próxima chirigoteada amigos. [email protected]