CHIRIGOTEANDO

AMIGOS:

Si siempre la serenidad y la calma muchas veces, por no decir que siempre, son el antídoto para todos los males sean de la índole que sean, resulta en las actuales situaciones por las que atravesamos en México un imperativo y, además, una verdadera necesidad para adquirir la capacidad y la inteligencia suficientes para lograr salir, lo menos raspados posible, de las adversidades amenazadoras que nos rondan inquietantemente. Una de éstas, sin ir más lejos, es la cancelación del NAIM  en pleno proceso estructural: a este respecto don Enrique Quintana en el Financiero dice que Moody's dio una lección de madurez, porque en lugar de sumarse a las descalificaciones prefirió esperar. Lo que realmente movió a los mercados fue el temor de que venga un gobierno que tome decisiones ideológicas, que las legitime a través de consultas y que desestime el impacto económico que puedan tener. Mucho ayudaría al país que hubiera esta actitud serena y objetiva.

CORRUPCION:

Todo mundo escuchamos muchas veces de López Obrador que su motivo para cancelar el NAIM es la corrupción que envolvió a gobierno, contratistas, proveedores, etc. y que “el primer día de su sexenio se acabará la corrupción: México ya cambio, ya es otro”; pero los mexicanos extrañados nos preguntamos: ¿Cómo va a acabar con la corrupción si a todos los involucrados: proveedores, ingenieros, empresas constructoras, los bancos que proporcionaron los créditos, según Andrés Manuel, no perderán dinero por la cancelación de Texcoco, sino que les dará nuevos contratos para el de Toluca, el de Santa Lucia y, desde luego para el AICM?. ¿Quién, en sus cinco sentidos, apapacha a corruptos y ni siquiera permite que éstos pierdan dinero por la cancelación, sino al contrario los premiará con nuevos contratos?  

EVIDENTE:

Nada más evidente que el presidente interino de Naucalpan, inútil y  anodino como ninguno otro pudo encontrar Edgar Olvera para dejarlo en su lugar  mientras él se dedicaba a buscar una diputación local, y con tan buena suerte que a pesar de los arrasadores morenos, lo  consiguió. Olvera feliz de la vida, pero Naucalpan se lo lleva el carajo con el señor Víctor Gálvez Otorga. Este señor sin importarle un comino, con la mano en la cintura, lo mismo puede dejar sin sus salarios por una quincena, por un mes o hasta por dos meses. El tema es que para garantizar el pago de adeudos a proveedores y prestadores de servicios al municipio así como el cumplimiento de indemnizaciones a empleados despedidos desde hace tiempo, los magistrados  ordenaron  decomisar las cuentas bancarias municipales y dejaron a casi 9 mil empleados sin sus salarios este 31 de octubre por tercera vez. Es evidente la incapacidad de Víctor y su repetitiva negación de cumplir con  compromisos contraídos por él o por sus antecesores priistas, de todos modos son compromisos del ayuntamiento que tienen que cumplirse sin importar quien  esté al frente de la comuna. Mientras tanto SI QUEREMOS LA PAZ TRABAJEMOS Y OREMOS POR LA JUSTICIA y hasta la próxima chirigoteada amigos. [email protected]