LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA REQUIERE DE LA PARTICIPACIÓN DE LA PRENSA

La crisis que viven los medios de comunicación en el mundo, particularmente en América Latina, es extendida y generalizada. No solo tiene que ver con los retos que implica la llegada de las nuevas plataformas digitales, sino también con la relación que mantiene la prensa con los poderes políticos y económicos.

Lo que ocurre en los medios de comunicación en México pasa también en Lationamérica. Debido a la falta de marcos legales adecuados, en mayor o menor medida, algunos medios de comunicación dependen de los recursos públicos que otorga la publicidad oficial lo que en ocasiones pone en entredicho su independencia.

La necesidad que tiene la prensa para acceder a los recursos públicos es aprovechada por ciertos gobiernos, como los de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia, para presionar a los medios de comunicación en función de sus intereses, de acuerdo a María Elvira Domínguez, presidenta de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

En la inauguración de la Reunión de Medio Año de la SIP, que tiene lugar en Colombia, Domínguez mencionó el reto de retener a las audiencias en un entorno ampliamente competitivo y difuso, pero también fustigó a los líderes de países latinoamericanos que descalifican a los medios de comunicación para restarles credibilidad y desviar la atención del público.

La participación de la prensa en el debate cotidiano es fundamental para la convivencia democrática, por lo que las instituciones y los gobiernos deben contribuir a que los medios logren independencia editorial y sean financieramente viales.

La amenaza que vive parte de la prensa en Latinoamérica se verá disminuida si se promueven los marcos legales adecuados y se fortalece a las instituciones de justicia; todo ello, con el fin de que los medios de comunicación ejerzan la libertad de expresión en plenitud. Es inadmisible que algunos gobiernos de América Latina todavía utilicen los recursos públicos como herramientas para controlar y someter a medios de comunicación.

Un modelo de comunicación social democrático no solo existe para hacer publicidad oficial, sino que debe defender los derechos de las audiencias. Los individuos u organizaciones tendrían, pues, la posibilidad de denunciar abusos por promoción indebida de funcionarios públicos, por ejemplo.

Las naciones de Latinoamérica requieren regular la publicidad gubernamental de acuerdo con estándares internacionales que garanticen la libertad de expresión y el derecho a la información.

El objetivo es que los medios de comunicación se mantengan imparciales y transparentes  a la opinión pública. Por la democracia, es una oportunidad que no hay que dejar pasar.