EL FUTURO SE CONSTRUYE HOY

Estoy, verdaderamente consternado al constatar que el gobierno al igual que en anteriores administraciones no le preste la urgente y muy necesaria atención a los niños, niñas y adolescentes, muy a pesar de los 20 requerimientos divulgados por la ONU, el siglo pasado.

Ciertamente, pienso que únicamente aquellas personas que no les interese el futuro de México y que ignoren o se hagan de la vista gorda de que el futuro se construye en el presente: en las circunstancias actuales estamos construyendo un muy negro futuro para la sociedad mexicana; simplemente, si pensamos en el Índice de los Derechos de la Niñez 2018, “las niñas y los niños siguen siendo el grupo de población que padece las peores condiciones de pobreza y vulnerabilidad en el país”. (analizados por edad). 

Por otro lado, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 2017 nos alerta de las condiciones de la infancia en México, pues si bien 4 de cada 10 personas mayores de 18 años viven en condición de pobreza, las niñas, niños y adolescentes que subsisten en esta condición es el 51.1%: más de 20 millones; de aquí con urgencia debemos sensibilizar a los gobiernos federal, estatales y municipales, sobre las políticas públicas que deben implementar, pues su construcción se basa en los 20 derechos establecidos en la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, y sus indicadores están desagregados para las 32 entidades federativas. 

El diagnóstico es demoledor y si, la ley no basta. Se requiere una férrea voluntad política: en “México hay un incumplimiento generalizado de los derechos de la niñez mexicana”: gobiernos vienen, gobiernos van y sus políticas no logran avanzar mínimamente en la atención a los derechos de las niñas, niños y adolescentes. 

ES INCOMPRENSIBLE en nuestros días que se cancelen programas como las estancias infantiles o las escuelas de tiempo completo que permiten a nuestros infantes a estar seguros y aprendiendo mientras sus madres  trabajan para darles mejor sustento. Es inaudito la desaparición de comedores comunitarios o la regresión de un sistema educativo que privilegia el interés político, sin reconocer el mérito de sus maestras y maestros, pilar de la educación pública mexicana.

El gobierno está obligado por la ley aunque no le guste, a decirnos cuáles serán sus alternativas y si piensa que la niñez mexicana puede esperar, las madres y los padres sabemos que ese futuro se construye hoy. 

La Redacción.