LO QUE DEBEMOS SABER

Señor Director: 

Remito este artículo de opinión para su publicación si lo considera oportuno. 

Desgraciadamente, parece que hay mucha gente que sigue todavía ignorante de cosas que le atañen vitalmente, como es: de donde vienen y a donde se dirigen en esta vida. 

A estas alturas aún hay gentes que ven a Jesús como una persona que vivió en la historia, que tuvo una gran personalidad, y todavía se le recuerda. Son gentes que no se cansan de repetir que la Religión es una antigualla,  etc. No se preguntan si están o no, en la realidad. La fe para ellos es fanatismo, no la tienen porque no la quieren, a pesar de que la inmensa mayoría de ellos la recibieron al ser bautizados en la Iglesia Católica. 

Creen, al rechazarla, que así son libres y no se dan cuenta de que se han convertido en esclavos de sus apetitos sensoriales y a la vista está que no son felices, porque solo irradian divisiones y odio. Son incapaces de valorar tradiciones y virtudes que viven y practican gentes, a pesar de ser perseguidos y maltratados millones y millones de ellos desde hace más de 2000 años. Que no hay lugar, donde viven, que no tenga una Casa de Dios, una Iglesia fabricada con la fe de generaciones, a cuya construcción han colaborado generaciones enteras que generan paz y alegría. 

No ven porque les falta fe, porque no tienen interés en conocer que Dios vino al mundo en la plenitud de los tiempos, (cuando el desarrollo universal de las escrituras y de las lenguas hizo posible la difusión de sus enseñanzas) con la Redención de su Hijo Jesucristo para iluminar al mundo con su palabra y con su ejemplo. Por eso no ven a Jesús como Dios, como sucedía en su tiempo, entre su pueblo: no ven que Jesús mientras vivía entre ellos se comportaba como hombre, pero obraba como Dios. No lo quieren ver a pesar de sus milagros y de sus Resurrección, conocida desde siglos y anunciada 3 días antes de ella, a sus apóstoles y discípulos. 

¿Cómo sabríamos que Dios es Uno y Trino, y es para todos PADRE? ¿Qué nos ama infinitamente, y que ha venido a damos la luz que ilumina nuestro entendimiento, y a salvamos? ¿Cómo no corresponder a quien murió en la Cruz, para salvamos a todos y cada uno? Ver cómo nació, vivió y murió, que no buscó nunca ningún

beneficio personal, ¿No nos dice nada? Sus promesas, con la garantía de su autoridad como Dios. ¿No nos estimulan a imitarle, haciendo el bien a amigos y enemigos? 

El temor de Dios dice la Escritura, confirmando una verdad racional, es el principio de la sabiduría. Y si no es su perfección, al menos, nos prepara y conduce a ella. 

A pesar de todo esto, todavía hay hombres que se creen dioses, sobre todo en política, y deciden lo que es verdad, o no; lo que es bueno o malo; lo justo o injusto; lo que debe vivir, o ser eliminado. 

Antonio de Pedro Marquina

Foro Independiente de Opinión

http://foroin.wordpress.com

 

LA MISIÓN DE LA FAMILIA

Es deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación integra personal y social de los hijos. La familia, es la primera escuela de las virtudes sociales que todas las sociedades necesitan.

“El mundo encontrará la PAZ, cuando sea excluido de nuestros corazones y unidos pueblo y gobernantes, LUCHEMOS por la PAZ, la JUSTICIA, el BIEN y la ARMONÍA de TODOS.

El célebre filósofo Pitágoras, aconsejaba a sus alumnos que todas las noches reflexionaran a solas y se preguntaran a sí mismos:

¿En qué he empleado el día de hoy?

¿A quién he visto?

¿Qué he dejado de hacer?

Esta costumbre es excelente, porque todo el que desea ser mejor y velar por su felicidad, antes de dormirse debe repasar en su memoria todo lo que ha hecho, dicho y observado durante el día. Así podemos darnos cuenta exacta de cómo hemos empleado nuestro tiempo en las 24 horas del día, preguntándose a cada día transcurrido:

¿En qué he contribuido a mi salud física, mental, moral, intelectual, a mi dicha o a la de mis semejantes?

Una conciencia limpia es una blanda almohada en la cual el hombre bien puede descansar.