¿CUÁNDO CAMBIARÁ LA SITUACIÓN?

¿En qué momento comenzará a cambiar la situación de riesgo que viven los periodistas en México? Medios de comunicación han exigido a los gobiernos federales, en distintas ocasiones, garantizar el ejercicio de una práctica periodística sin peligros, pero las acciones que la autoridad pone en marcha no logran frenar los ataques y, peor aún, los asesinatos nunca son sancionados.

Recientemente el Comité para la Protección de Periodistas, una organización no gubernamental que impulsa la libertad de expresión en el mundo, dio a conocer el índice Global de la Impunidad, un estudio anual sobre el número de asesinatos no resueltos de periodistas. El reporte considera a México uno de los peores países para ejercer el periodismo.

Desde 2008, cuando se comenzó a realizar este informe, México no ha dejado de aparecer en el Índice Global de Impunidad. Es uno de los siete países que ha figurado siempre en la lista, y este año ha empeorado su presencia: a pesar de repetir el séptimo puesto de 2018, ahora el número de casos sin resolver y con total impunidad -de aquellos cometidos entre 2009 y agosto de 2019- escaló a 31.

Según su reporte, en los últimos diez años solo un asesinato de periodista por su labor ha conseguido una resolución judicial total, con sus autores condenados.

El Comité refiere que gran parte de la causa de la peligrosidad de México para los reporteros está en la “campaña de terror contra los medios” de los carteles criminales. Sin embargo, desafortunadamente no es el único factor. Desde los distintos niveles del poder político también se han lanzado en los últimos años amenazas contra trabajadores de la prensa.

El arropamiento a la práctica periodística tendría que venir precisamente de quienes ejercen el poder gubernamental tanto federal como estatal y municipal. Mientras los gobernantes no acepten que su actuación está bajo el escrutinio público -en el cual la prensa desempeña un papel central- y actúen de manera transparente, poco se avanzará en la protección a los periodistas.

Otra parte importante es la impartición de justicia. Las investigaciones se estancan por años hasta que el olvido las arrumba y los asesinatos quedan sin resolver. El mayor aliciente que puede existir para que la tasa de homicidios en el país continúe a la alza es la falta de castigo para quienes cometen crímenes.

Si no hay voluntad en estos dos ámbitos, la situación no se modificará. ¿Cuándo cambiará la situación?.