CHIRIGOTEANDO

AMIGOS:

De sobra sabemos los ciudadanos de que don Andrés Manuel López Obrador, o sea nuestro presidente, es un hombre de numerosas capacidades, veamos algunas: capacidad de resistencia física, capacidad para aguantar hambre y sed, capacidad para hablar mañanas enteras, capacidad para viajar  por diferentes medios, capacidad, . . . capacidad, . . . capacidad para no darse cuenta que es presidente de todas y todos los mexicanos; capacidad para dividir nuestra sociedad en buenos y en malos: en liberales y  conservadores, en seguidores y adversarios; capacidad para ignorar la realidad; capacidad para encubrir actos de corrupción de diversos miembros de su partido y de su gabinete; capacidad para hacerse del ciego ante la incontrolable violencia; capacidad para no ver la impunidad galopante en todo el país. En fin, hablar de las capacidades extraordinarias de López Obrador, es como meterse a un túnel sin salida. ¿Verdad…?

DOS COSAS se requiere inevitablemente para que los países de todo el mundo enfrenten sabiamente la crisis: lideres capaces de elegir el camino correcto, conscientes de que ello puede ser a costa del  propio poder y privilegio; y, una ciudadanía que tenga confianza en sus autoridades: ¡Qué lejos está México de estas dos cosas! ¿Qué debe hacer la ciudadanía para acortar la distancia entre nuestro país y estas dos cosas? Aparentemente muy poco, pero lo que  yo propondría, es que por todos los medios a nuestro alcance hagamos presión a fin de que don Andrés Manuel siga deseando pasar a la historia como el mejor presidente de México, emulando a don Benito Juárez García, pero que no pierda el tiempo en considerar que la segunda mitad del siglo XIX no es lo mismo que la primera mitad del XXI: no es lo mismo gobernar a un país de menos de 15 millones de habitantes que otro de 128 millones: empezando por ahí. Lo que se solicita, con carácter de urgencia, es un líder que tenga claro y se sienta presidente de todas y de todos los mexicanos. Que deje atrás el clientelismo.

ES EVIDENTE  que, a don Andrés Manuel no puede ver ni en pintura a las instituciones autónomas; para muestras algunos botoncitos: en 2019 se propuso acabar con la Comisión Nacional de Derechos Humanos; y ¡zas! violando todo, más pronto que tarde instaló a la indicada para proteger los intereses presidenciales; cero resultados en beneficio de la CNDH y, por ende, de los diversos derechos de las y los mexicanos. En la mira de López Obrador se encuentran otras más, por lo pronto: CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación), de momento tres miembros renunciaron al Consejo, al mismo tiempo que manifestaban su rechazo a los  comentarios del Ejecutivo federal, bastantes desfavorables a esta Institución, ellos son: Katia D'Artigues, Mauricio Merino y Regina Tamés.

D'ARTIGUES envió un escrito a la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al sub secretario Alejandro Encinas Rodríguez y a Maricler Acosta, presidenta de la Asamblea Constitutiva de CONAPRED: “Conapred no es una institución que ha simulado cumplir con su cometido, al contrario, es una institución que ha protegido y defendido a quienes también el presidente nos prometió proteger: a los más invisibles, los más vulnerables y también a los más pobres. Sí, veo surgir al País de un solo hombre que ejerce el poder. No coincido con la visión presidencial de recortar presupuesto en el tema de la discriminación, cuando destinar recursos a la protección de los derechos es una inversión y no un gasto”. Finalmente debo mencionar que el pasado sábado 20, más de 380 organizaciones civiles llamaron a fortalecer el Conapred para avanzar en la reducción de la discriminación y la desigualdad en el País, así como ampliar sus programas. Mientras tanto SI QUEREMOS LA PAZ TRABAJEMOS Y OREMOS POR LA JUSTICIA y hasta la próxima chirigoteada amigos. [email protected]