TODA ADVERSIDAD TRAE SU SEMILLA DE OPORTUNIDAD

O, algo parecido a lo que nuestras abuelas nos  insistían: No hay mal  que por bien no venga. Total que, lo que quiero decir y espero que quede tan claro  como cristal de roca es  que ya se empieza a ver los destellos de una incipiente prosperidad; incipiente, pero al fin prosperidad. Lo que debe quedarnos muy claro es que en ello se incluye nuestro granito de arena como sociedad. Mi súplica es que no bajemos la guardia. Mantengámosla hasta ver coronados nuestros más caros propósitos: consolidar el mundo que esperan nuestros hijos heredar de nuestra generación atropellada: por pestes, por diversas autoridades, en ocasiones; por el desempleo, por la violencia sin control, por una economía por los  suelos como, en  décadas no veíamos, por la persecución de las ideas que no encajan con las de la 4T. Con sanciones arbitrarias y sin explicación lógica, tal como la de la editorial Nexos, entre otras. Por la polarización. Los que no están conmigo están contra mí, etc. 

Pablo Gómez Tarso