DE TODO UN POCO COMO EN BOTICA
En su gira por Tlaxcala, la semana pasada, al Presidente no le fue del todo bien. Alumnos de la Escuela Normal Rural “Luis Villarreal” del Mexe, Hidalgo le reclamaron que las autoridades no han cumplido con sus instrucciones dadas el 18 de diciembre de 2018 en su primera visita como Presidente, consistente en la reapertura del mencionado plantel. Le reprocharon que más de dos años han tenido que esperar más de 200 alumnos, pero su lucha seguirá hasta que logren su objetivo. Tanto los alumnos de la normal como las químicas del Laboratorio Estatal de Salud Pública de Tlaxcala se manifestaron, ante López Obrador, con pancartas. Éstas le exigieron su recategorización salarial. Sandra Onofre Polvo, junto con otras tres colegas manifestó que los químicos del país luchan desde hace tres años porque se les haga justicia laboral y el avance prácticamente nulo. “Nos dan largas y largas y no tenemos una resolución”.
Qué bueno: deseamos y lo esperamos vehementemente que esta comisión de nueva creación, venga a coadyuvar a combatir la violencia de género. Le cuento: En la sesión 489 que se realizó de manera virtual recientemente, el Colegio Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) presidido por el rector Eduardo Peñalosa Castro, aprobó la integración de una comisión encargada de revisar integralmente los reglamentos, políticas y lineamientos que conforman la Legislación Universitaria a partir de las orientaciones contenidas en las políticas para erradicar la violencia por razones de género. En la sesión mencionada se señaló que esta comisión tomará como base el documento de diagnóstico de las obligaciones y acciones de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia por razones de género y propondrá las reformas en la materia. Estará integrada por órganos de personal, académicos, administrativos y asesores, y se puso como plazo el 18 de junio. Solo tenemos que esperar casi cuatro meses para que den inicio sus actividades.
La presencia de la caravana de la Coordinadora de Michoacán y Jalisco trae el mensaje claro de que en México tampoco, en este sexenio, se ha resuelto la problemática de la relación del Estado, gobiernos y legislaturas con la educación pública. La relación con los estudiantes, sus escuelas, comunidades, con los maestros y académicos del país. Es una relación, además cada vez más resistente a los diferentes estilos de participación y conocimiento, democracia y bienestar, y que especialmente en las pasadas décadas ha hecho crisis. En ausencia de una visión y acciones para establecer una nueva relación, las inconformidades surgen violentas, se reprimen o remiten y quedan en la espera de condiciones apropiadas para repetirse una y otra vez; la frustración que ha generado el desempeño de la SEP de Moctezuma Barragán; la desesperación y tensión del confinamiento; la angustia y depresión por los contagios y las muertes cada vez más cercanas; la ausencia enorme de una conducción democrática y de Estado; la centralización autoritaria contra los intentos de organización de maestros y estudiantes y, para colmo, el balde de agua fría de la promesa de nueva secretaria de educación: ni siquiera para que nada cambie, habrá algunos cambios.
Pablo Gómez Tarso
