EN LAS NUBES

Hablar de Felicidad en estos tiempos

Pero sobre todo en la resurrección o de gloria, cae como bendición. Decimos semana de pascua.

Nos recuerda que caemos con facilidad en las trampas mortales del autoritarismo. Del orgullo que desprecia. Del apego a los bienes y a las cosas.

De la búsqueda del placer o de la envidia y la rivalidad excesiva.

Sin más, y eso agradecemos profundamente, Rosa Chávez Cárdenas nos mueve el tapete. Y nos pregunta con gran sabiduría, que a ella sobra. Pero, como hoy, a veces comparte.

Lo que escribe es, perdónenos el adjetivo, sencillamente inmejorable. Díganos si no tenemos, como pocas veces, razón.

Qué tal si cambiáramos la conversación, dejamos la política, la pandemia y hablamos del amor, la felicidad, lo bonito que se siente recibir un abrazo, una motivación, un gracias por tu ayuda.

Cuando un familiar, un amigo te dice: “¿te puedo ayudar en algo?

Pero, la economía, la política, los fracasos, las frustraciones, siempre son el tema de conversación.

“Estamos contagiados por la ira” dice Svetlana Alexiévich, premio Nobel de Literatura (2015)

Las nuevas generaciones tienen poca tolerancia a la frustración, se les olvida lo que los sobrevivientes sufrieron en la guerra, el Holocausto, la guerra cristera, la revolución y la independencia, entonces si había pobreza y hambre.

Viven en un mundo virtual, piensan que esos acontecimientos son películas de ficción.

Hoy en día estamos enojados, a la defensiva, la cultura desechable, hedonista y el consumismo nos atrapan.

Los jóvenes todos tienen a la mano, pero no saben cómo llenar el vacío, buscan placer en estimulantes, en todo tipo de sustancias legales e ilegales. No entienden que la felicidad está en su interior, en aceptarse como son y cultivar la autoestima que hasta pagan por encontrarla.

Pregunté a un adolescente: “¿qué es el amor?

Al joven lo abandonó su madre de niño y me respondió: “una forma de apreciar las cosas, de tal forma que nadie lo hace como tú”

Un adulto estresado: “no tengo tiempo para encontrarla me la paso trabajando”

La felicidad en América Latina ha caído, países como México, Chile, Perú, registran una baja hasta del 26% según un estudio llevado a cabo por Global Happines 2020, las personas, están tan de prisa que ni siquiera están conscientes de las variables que afectan su estado de ánimo.

La felicidad depende en la dimensión más profunda de la satisfacción de vivir la vida como la planearon y en la dimensión superficial con los momentos de felicidad y el bienestar emocional del día.

La más nueva es la dimensión del “bienestar emocional digital” en donde ocurren situaciones como: la dependencia emocional, el estrés, la angustia por la conectividad y las relaciones distorsionadas.

La era digital ha dado lugar a una nueva realidad en la que nos movemos en dos dimensiones: el virtual y el físico, transitamos sin limitaciones en ambos espacios.

En el tema de la salud mental, muchos están afectados por el confinamiento, por el miedo a enfermar y morir al enterarse de los miles de fallecidos.

Otros se sienten solos, desprotegidos, no ven la luz al final del túnel, afectados por la crisis económica.

Hace falta construir nuestro bienestar emocional, físico, emocional y digital.

Y nos ofrece algunas Sugerencias. 

Organiza el lugar de trabajo, el horario, desconéctate, deja tiempo para descansar.

Cultiva el optimismo, aléjate de las aves de mal agüero y de las profecías que anuncian que tendremos rebrotes de infecciones.

Trata de convivir de manera presencial y de manera digital con los que tienes lejos.

Convive con la naturaleza.

La felicidad está en lo simple, lo cotidiano, pertenecemos al reino animal, las necesidades básicas son: comer, dormir y reproducirnos, con la diferencia que si queremos podemos sentir placer al alimentarnos y al hacer el amor; la libido disminuye por falta de creatividad.

Estamos atrapados en la tecnología, pero, no es lo mismo trabajar que ser adicto y perder el tiempo en ver tonterías. La vacuna no es el único remedio, es necesario el cuidado personal: nutrirse, ejercitarse, dormir y contar con una buena actitud mental.

El planeta sufre por nuestra irresponsabilidad.

Qué tal si poner nuestro granito de arena y cooperamos a revertir el desastre que nos espera si no hacemos nada por cuidar lo que la naturaleza nos ofrece. Nuestro sistema de defensas es una inversión, gracias a ese sistema seguimos reproduciéndonos como especie.

Los fármacos se deben utilizar solo en casos muy especiales, enriquecen a la Industria farmacéutica y empobrecen al Sistema Inmunológico.

Que alegría, palabra, haberla leído.

Carlos Ravelo Galindo

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