El Gobierno de Naucalpan ha caído de forma inesperada. Las épocas más corruptas se rebasaron con el esfuerzo decidido de la Arquitecta Patricia Durán Reveles y su esposo el peor encargado de seguridad del que tengamos registro.

De manera aún desconocida el gobierno municipal empezó a tener fuertes problemas presupuestales desde el mes de marzo de 2021.  Retrasos en pagos a proveedores, empleados de confianza sin salario se hicieron cada vez más comunes hasta que en el mes de julio simplemente se dejó de pagar la nómina. El cabildo, uno de los cabildos con mayor nivel educativo a nivel nacional, no pudo detectar los excesos del gobierno municipal en dos años y medio de gestión y en la elaboración y ejercicio de tres presupuestos públicos. La rendición de cuentas no funciona cuando los encargados de rendir cuentas no se quieren enterar de lo que está pasando.

Luego de que tomaron las instalaciones los empleados municipales el cabildo municipal despierta de sus sueños y se deciden a hacer frente a la corrupción en los últimos días del gobierno. Sorprendidos de que no hay información financiera y que el gobierno municipal no les paga ni siquiera sus sueldos (arriba de 70 mil pesos al mes por si los lectores tuvieran curiosidad), algunos miembros del cabildo defienden a la presidenta Municipal y esconden su participación pasiva jugando la carta de la victimización femenina. Condenan que a la presidenta Municipal la insulten por ser mujer como si eso los liberara de la responsabilidad patrimonial del mal uso del patrimonio público que juraron defender.  Pareciera que en la imaginación de la Regidora Angélica del Valle solo a los hombres se les puede insultar por cometer delitos o que los reclamos que se le hacen a la Arq. Patricia Durán no tuvieran que ver con su desempeño en estos treinta y ocho meses de ejercicio.

En este contexto en que la autoridad municipal exige respeto por sus desfalcos, el descontento social permea la administración. La policía tiene un doble ataque. El desprecio social por parte de sus habitantes y una presencia criminal que de acuerdo con datos del secretariado municipal han incrementado en cuatro veces los delitos del fuero común desde 2019. Enojados por ese doble fuego, sin más respaldo que el de su placa. Han organizado sus jornadas de extorsión. Por turnos van visitando colonias quitando placas en los fraccionamientos o poniendo retenes o puntos de observación alrededor de la zona de bares de Ciudad Satélite para obtener pre-vendas. Inclusive ampliando los horarios de la venta de comida que estaban restringidos por la pandemia se han extendido a cambio de una generosa atención de los locatarios.

Como sabe señor Gordillo estos temas volverán a ser el “Gran Pendiente” en el municipio, porque al gobierno municipal se le acabó la autoridad moral y las policías se rebelan frente a estas autoridades corruptas. Se vuelve urgente el que se atiendan las funciones básicas del Estado y ante la crisis financiera y de gobernanza que tiene la entidad, vale la pena pensar si es necesario disolver los poderes municipales que francamente tienen más de un año que son el principal problema en nuestra Ciudad.

Gabriel Santillán