Proseguimos con Cricrí de Francisco Gabilondo Soler, el Grillito Cantor”:

“Caminito de la escuela, porque quieren aprender, van todos los animales, encantados de volver.

El camello con mochila, la jirafa con su chal. Y un pequeño elefantito da la mano a su mamá.

No falta el león. Monos también y hasta un tiburón, porque en los libros se aprende cómo vivir mejor.

La tortuga, por escrito, ha pedio a Santa Clos, sus dos pares de patines para poder ir veloz”.

Otro día seguiremos con La marcha de las letras. Nueva contribución.

Sobre volver a las aulas en México nos habla alguien que se las sabe de todas, todas. 

Y la experta pedagoga doña Rosa Chávez Cárdenas discierne.

Después de 17 meses con las escuelas cerradas, es tiempo de regresar. 

El costo de preparar las escuelas para recibir a los niños es cuantioso, las dejaron sin mantenimiento, ni vigilancia los ladrones se robaron desde el equipo de cómputo hasta los cables, ya no sabemos si roban por necesidad o por joder.

Muchas escuelas particulares con años de prestigio tuvieron que cerrar, los padres no pudieron pagar las colegiaturas y la institución no pudo solventar los costos de su personal. 

Paola Gómez, encargada de Educación de Unicef en México consideró que el país no puede continuar con educación a distancia. Son muchas las comunidades en situación de pobreza que no cuentan con dispositivos para recibir las clases en línea. 

Aceptan que niños y jóvenes están más expuestos a contagios en espacios públicos con aglomeraciones que asistiendo a la escuela.

Al inicio de la pandemia la mayoría estuvieron encerrados, pero, los obreros tuvieron que regresar a las fábricas, en comparación, son minoría los que pueden seguir trabajando en línea. 

La mayoría se traslada en trasporte urbano, de manera que no es congruente que los niños sigan confinados. 

El costo de la pandemia es alto, los niños están enfrentando varios riesgos; el estrés de los padres sumado a los conflictos y la violencia intrafamiliar, situación que representa un riesgo. 

Además, por la crisis económica, muchos perdieron su empleo tuvieron que dejar sus casas para ir a vivir con familiares, están sobreviviendo con carencias y sufriendo desnutrición. 

Se ha reportado un repunte de embarazos en niñas adolescentes, además, incremento de drogadicción en comunidades en donde los niños permanecen solos porque sus padres salen a trabajar. 

La Unicef recomienda presentar a las familias la información sobre las condiciones de la pandemia, el rezago educativo ya no puede esperar.

La infodemia ha perjudicado mucho a la salud mental, con las redes sociales tan activas todos se creen expertos, los padres temerosos están renuentes a que sus hijos regresen a las aulas. 

Con tanta desconfianza, maestros y directivos en la escuela exageran en la sanitización. 

Debería quedarles claro que los niños van a asistir a la escuela no a un hospital, se trata de tomarlo con tranquilidad para que los niños puedan aprender y no estresarlos más de lo que ya han estado.

Las clases en línea fueron un buen recurso, pero no para todos, niños, padres y maestros hicieron su mejor esfuerzo, a falta de apoyo los maestros tuvieron que invertir en su internet y en los dispositivos para las clases en línea. 

Pero los niños necesitan socializar, separar; la escuela es para adquirir conocimientos y su casa es para estar más relajados. 

Un tema que ha molestado mucho a los padres es una carta de corresponsabilidad que la titular de la SEP Delfina Gómez pidió a los padres de familia entregar firmada al inicio del ciclo escolar, aclaran que el regreso será voluntario para los que no quieren asistir.

La carta, que ya pasó con más pena que gloria al cesto de basura por orden del señor de las mañanas, incluye diez compromisos de los padres entre los que se encuentra inscribirse a cursos de apoyo socioemocional en línea de la SEP-Salud, Retorno-Seguro. 

La SEP muy moderna, se le olvida que muchos padres no tienen internet.

Es un hecho México es de lo países que más ha tardado en regresar a las aulas.

La desconfianza en el gobierno es notoria. 

El 68% de los mexicanos no percibe que el gobierno federal y las administraciones estatales hayan preparado adecuadamente un regreso seguro. 

En Dinamarca la suspensión de clases fue de 23 días, en Inglaterra y Finlandia de 50 días. 

Alemania, Francia, Holanda adelantaron el regreso a la escuela, así como Argentina y Uruguay en donde dieron prioridad a las escuelas rurales.

El reto es como evaluar los aprendizajes, uno de los desafíos pedagógicos a los que se enfrentan los docentes. 

Evaluar no solo es calificar, significa acompañar, orientar, ayudar a que los estudiantes aprendan de acuerdo con sus posibilidades. 

Es necesario valorar desempeños de comprensión que permitan resolver problemas críticamente. 

Dar prioridad la salud física y socioemocional, en estos momentos es muy importante. 

Carlos Ravelo Galindo

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