EVERILDO GONZÁLEZ ÁLVAREZ

Saquemos del armario, del ropero, los juegos olvidados, aquellos que tanto disfrutamos, aquellos que a diario los jugamos y que tanto bien a todos nos dejaron y que ahora en este tiempo, están en el olvido, pero que aún los añoramos y que mucho bien harían si los niños los sacaran del armario, donde esperan a que con ellos nos divirtamos y que mejor salud con ellos la tengamos.

El trompo de madera ya llegó, la cuerda le enredamos y tomado punta abajo, ya luego lo lanzamos y que baile y baile para ya luego en la uña que ese baile siga y siga y ya estando el círculo con otros trompos hacia ellos lo lanzamos, pero también podemos enredarlo y hacia el círculo lanzarlo para que saque trompos que cambiarán de dueño, en tanto a unos pone triste y los mirones disfrutamos.

 

Pongamos una raya y ya muy lejos de ella, un pequeño hoyo hagamos, de acuerdo al tamaño de la moneda que escojamos y a unos metros de distancia dos, no más, nos divertiremos aventando la moneda y los puntos ganaremos si al hoyo le atinamos o ya según tan cerca estemos y es así como a la rayuela jugando seguiremos, claro que, el que más cerca se encuentre la apuesta habrá ganado y el dinero de bolsillo habrá cambiado. Si más llegan a jugar más hoyos haremos para que más ganemos y el ejercicio haremos.

 

Quien haga un capirucho, más puntos obtendrá y si estos son seguidos, seguro ganará, de capiruchos no solo es el juego del balero, claro que es el más vistoso, pero hay otro importante que es el llevar el palo al hoyo del balero y para esto hay dos formas, a cual más de interesantes que con la boca abierta a muchos ha dejado.

 

Ya es Febrero y vendrá Marzo y el viento es un aliado para volar el papalote. Su arco es de carrizo, de papel su centro y de hilachos lo es su larga cola y será más emocionante si lleva un zumbador , soltemos ya el hilo y que empiece la emoción y el que más alto lo lleve es el ganador.. Algunos por maldosos la navaja le pusieron y papalote que se acerque ya el suelo es su destino en tanto que en el aire uno ya se ha alejado y todos sorprendidos, el aplauso le brindamos

 

Peleche le pusieron, el avión otros le llamaron, con un gis blanco, sobre el pavimento en forma vertical tres cuadros van, y después tres horizontales, ya después uno solo y continuará con cinco horizontales, uno más después y termina con un círculo grande,. Cuando ya está terminado se deberá tener un papel mojado hecho bola o bien un trapo y el juego iniciará, la bola al primer cuadro se avienta y parado en un pie la misma tomará y así la irá aventando, sirviendo de descanso los cuadros horizontales y al llegar al círculo será el ganador, el ejercicio es bueno pues pelechando lo jugamos y al agacharnos a recoger la bola la panza la bajamos.  

 

Primero eran canicas y, así como ellas, el juego se llamó, la dirección y fuerza es para el dedo pulgar , un círculo en la tierra haremos donde quedan canicas que apostamos y según sea lo acordado, las canicas que saquemos el destino es el bolsillo y cuando este ya nos canse, con las mismas canicas otro juego empezamos, este es semejante al golf y del hoyo hacia atrás, unos metros nos hacemos y el chiste es que lleguemos y la canica al hoyo entremos y ya luego contentos los mosaicos sacaremos.

 

Solo se requieren canicas o mosaicos y una pelota chica para que las niñas jueguen contentas a la matatena, la pelota al aire va y una canica tomo y el juego seguirá si la pelota no se va o si la canica no se toma y en este caso la niña llorará.

 

Yoyo le llamaron quienes lo inventaron, la cuerda le envolvemos y luego lo soltamos,  el disco de madera con su ranura al centro, al dedo al cordón anudamos, ya luego el juego empieza cuando lo bajamos y luego lo elevamos, para los que mucho saben, malabares es lo que hacen, algunos tan difíciles y raros que sorprendidos dejan a quienes los miramos pues figuras que hacen y deshacen son para contarse.

 

Las escondidas todos a jugar, la  cuenta empezó y todos corren a esconderse, cincuenta contará para estar bien escondido y el uno, dos, tres por a quién encuentre cantará, y uno a uno a todos hallará, más si uno al lugar de la cuenta regresa con el mismo que empezó, la cuenta de nuevo iniciará, y si a todos encontró, será el triunfador, si hay quien no pudo esconderse por su indecisión, será el perdedor 

 

El chiste es que no lo toquen o ahí se quedará parado sin moverse del lugar, todos a correr que el juego ya empezó y el castigado a uno tocará para que quede encantado más si a este algún otro toca, desencantado habrá quedado, desde su lugar todos observan y la velocidad le imprimen al tratar de llegar a la base antes de ser tocado, risas en casos se es cuchan, pero también lloriqueos cuando por la prisa al suelo ha llegado y el raspón mucho le duele, pero se levanta y el juego sigue.

 

Sí, juguemos al burro castigado, uno de frente a la pared y agachado y detrás de él los demás del equipo, los del otro equipo a saltar y llegar arriba de donde se encuentra el primer agachado y así, todos los demás, si alguno de los agachados no se cae el triunfo para ellos habrá llegado, más si los que saltan, no llegan hasta adelante el juego habrán perdido ya, el gordito va adelante para que más peso y tiempo aguante aunque a veces sea el perdedor, un juego algo rudo que no es para cualquiera, pero hay que jugarse y tratar de no ser del equipo perdedor.

 

Ya la pirinola está en sus vueltas y más vueltas, se ha detenido y nos dice que todos ponen, a poner una moneda que todos hemos perdido, de nuevo a bailar la pirinola y se detiene en toma uno y a quien tocó el turno gustoso toma una moneda que ha ganado y así el juego sigue y todos divertidos con el juego de la pirinola que a todos satisfechos ha tenido.

 

Son parte de los juegos que antaño tanto nos gustaban, había unos propios de hombres y otros para niñas y jovencitas, pero algunos toda la familia los jugaba, pero no era nada más el jugarlos, era el ejercicio que se hacía, era el convivir con compañeros de clases, por supuesto que la convivencia con vecinos se tenía, era el hacer uso de habilidades, de actitudes y aptitudes. Por supuesto que había más juegos, en los recreos no faltaba una cascarita de futbol, la perilla, los saltos de longitud y otros que mi memoria ha olvidado.

Importante lo es que volvamos a esos juegos olvidados, que los saquemos del armario. No estoy contra la modernidad, pero considero que haremos un bien a nuestros hijos, a los nietos si volvemos a esos juegos y claro, sí, a ratos los niños, los jóvenes pueden usar el celular, la tablet, todo es cuestión de combinar los tiempos que no sean de clase y de tareas, pero también se debe volver a que los niños, los jóvenes hagan tareas domésticas, el ejercicio al hacerlas mucho les servirá, pero también, el volver a ellos,  los papás, los abuelitos, los vecinos y más nos congregaremos a verlos y fomentaremos la sana convivencia, además de que para muchos la distracción nos servirá, tal vez, menos enfermedades tendremos. Desde las regidurías y direcciones de Educación, Cultura y Deportes se puede volver a los juegos olvidados para bien de todos, 

HOY VOLVAMOS A LOS JUEGOS OLVIDADOS