FIN DE CICLO ESCOLAR

Por estos días, la alegría invade a los hogares, así tiene que ser, porque ya por fin----después de contratiempos, pandemias y más--- el ciclo escolar ha llegado a su fin. Pedrito quien fue un amante de hacerle bromas a sus compañeros, Lupita tan querida por ser tan aplicada, Cesarín de quien el deporte es su fuerte, Luisito tan malcriadito e irrespetuoso con sus compañeritos, y demás alumnos, con ansias están esperando a que llegue el próximo miércoles que es el día en que en un acto, allá en el auditorio, sus mamás les lleven un ramo de flores o algún otro detalle, los abracen y los feliciten., por los pocos o muchos conocimientos que adquirieron en el poco tiempo, en algunos lugares, o el aceptable, en otros.

Pues el mentado miércoles llega y los alumnos muy limpiecitos, bien arreglados, se dirigen al auditorio donde se realizará el acto de fin de cursos. Claro que para dicho acto las mamás, abuelitas y tías, que son las que normalmente asisten, se esmeran en su arreglo personal para estar presentes en forma elegante, y llevan su cámara fotográfica o de video, claro que ya la mayoría el celular es el que se usa, todo para tener recuerdos de ese tan importante día.

El auditorio, que es de regular tamaño y que lo arreglaron bien para que luciera, poco a poco se va llenando y en todos los rostros hay felicidad, alguna sabe que a su hijo no le fue bien, pero eso poco importa en ese momento.

Más conocimientos para Lupita, es lo que en la familia queremos----dijo Lucrecia a su vecina Inés---- Igual estamos nosotros con Fernandito, que llegue a ser algo en la vida---dijo Berenice----ya luego, la carrera que él decida está bien, ya ven que ahora es difícil que, sin una carrera, se llegue a triunfar y queremos verlo realizado.

Las pláticas entre los asistentes continuaban hasta que hizo acto de presencia el director y el maestro de ceremonias. Ambos no disimulaban que estaban contentos, más cuando vieron que ya el auditorio estaba lleno.

El acto dio inicio y ya las y los alumnos, para ese momento estaban formados, aunque algunos, algo distraídos. Se hacen los honores a la bandera y todos entonan el Himno Nacional, unos bien entonados y otros, contaminación auditiva, y ya después siguen las palabras de algún maestro o del director que les da la bienvenida.

En algunas mamás hay mucha expectación por ver a sus hijos que participarán recitando alguna poesía o leyendo algún mensaje como cuando la mamá del serio de Panchito estaba inquieta y nerviosa pidiéndole al creador, a Dios nuestro señor que a su hijito no se le fuera a olvidar la parte final de la poesía como ya le había sucedido en los ensayos y no, no se le olvidó y hasta la foto salió bien afortunadamente.

El acto continuó y causó mucha risa cuando tocó el turno de recitar a Teresita solo que como está de baja estatura el micrófono le quedó alto y entonces una maestra se acomidió a llevar una reja de refrescos para que ahí se subiera, solo que otro maestro también acudió en auxilio y bajó el micrófono de tal suerte que cuando la maestra le puso la reja y ahí se subió Teresita, el mentado micrófono le quedaba bajo y esto hizo reír a los presentes, vaya, hasta a los maestros. Más poesías se recitaron y hasta un bailable hubo y se llevó los aplausos, porque chicos, pero qué bien bailaron sin que alguno se equivocara en los pasos.

El acto de fin de cursos llegó a su terminación y vinieron las felicitaciones a los alumnos, claro que algunos recibieron su buen regalo. Para ese entonces ya era tarde, varias mamás con sus hijos, emprendieron el regreso a su casa, tenían prisa ya que por la mañana un puerquito había llegado al fin de su existencia y ahora lucía esplendorosamente en un cazo puesto al fuego y ellas aún no habían terminado de hacer el arroz y los frijoles los que lucirían en las cazuelas de barro donde todo sabe mejor.

Pues ya como a la una de la tarde, los padrinos de Rosita que había terminado la primaria y de Carlitos quien con felicitaciones por sus altas calificaciones terminó el tercer año de primaria,  hicieron acto de presencia llevando dos buenas botellas de tequila y una de mezcal de ese dé por allá de San José de Gracia y Rubén que es el papá de los dos niños sacó del cazo unos cueritos sancochados, el hígado, el corazón , algo de tripa y un buen pedazo de buche  los que acomodó en una batea, les puso limón, algo de sal y ya arriba una salsa que la vieja le había preparado y aquello quedó como para chuparse los dedos, esa sí que era una sabrosa botana para acompañar a unas copitas de tequila o mezcal, muy buen mezcal---dijo Teodoro al tiempo que se servía un poco más--- sí---contestó Casimiro---ya saben que en esa ciudad se hace buen mezcal y allá lo compré hace unos días que fui a arreglar un asunto, ahí me dijeron que en la tienda El mezcal no mezclado, era de lo mejor y ya ven que sí, lo malo es que solo traje una  botella, ni modo.

La comida luego se sirvió y el mezcal y el tequila se siguió tomando como si fuera agua, total, dicen que empinado sabe mejor que dé a traguitos. Aunque lo importante es que ese sabroso líquido pase y raspe la garganta y nos afine para entonar unas canciones de esas de las Jilguerillas o de José Alfredo Jiménez o si no de Linda Rostand y que le suban al sonido cuando cante ... y Ándale, ¡caray! en esos momentos no hay como la buena música mexicana y hasta de Paquita la del Barrio se tocó y todos entonaron esa que se llama Imposible Olvidarte y luego la de Morena de ojos negros con David Zaizar y  a todas se les puso sentimiento, faltaba más, ya con el efecto del tequila hasta a los desafinados se les escucha afinados como si fueran profesionales y lo mismo sucedió cuando llegó el turno de cantar  Sufro tu Ausencia -- ¡Qué chulada de canción!- y siguió  Se me hizo fácil…….alguien por ahí empezó a cantar Busca otro amor que tan bien cantan las Jilguerillas y otras más siguieron. ¡Caray! no hay como las canciones mexicanas y que hay para todos los gustos.

Ya par allá como a las once, cuando la hermosa luna está en su recorrido por el firmamento, el silencio de la noche era interrumpido por los ronquidos de Rubén quien ya no había sabido ni qué por el exceso de tequila que tomó y el sueño lo venció, ya no había compadres y vaya que a eso se le llama roncar.

Muy temprano en la mañana antes de salir el sol, ya cuando esa hermosura de luna nos dice que se va y que hasta la noche, el Cantaclaro, el gallo colorado, primero dio unos aleteos y luego dejó escuchar su bello y afinado canto ¡qué forma tan bella de cantar! no como el Cantaturbio que el quiquiriqui se lo avienta como en episodios , y como padecer el alzheimer, pues a ratos ese canto se le olvida y no sabe qué continúa  y, esa era la indicación para Chonita de que ya debía ir al molino a llevar el nixtamal a moler pero más que nada, le urgía ir a enterarse de los últimos acontecimientos del día anterior, todos sabían que le encantaba el chismorreo.

Ya en dicho molino, la plática giró en torno a las fiestas de terminación de cursos y todas comentaban lo bien que todo había estado, vaya- dijo Adelaida, - hasta las borracheras salieron bien, hasta la casa se escuchaban primero las canciones y luego los ronquidos de mi vecino… Sí  intervino Sara-  todo salió a la perfección, los actos de fin de cursos, y las graduaciones han estado como se planearon, las fiestas estuvieron en  orden y ahora todos los niños disfrutarán de unas vacaciones, pero… no me queda claro si todos los alumnos tienen los conocimientos que deben tener de acuerdo al grado que terminaron, porque de todo se habla menos de reponer las clases que no se tuvieron cuando a los maestros les dio por abandonar las aulas para salir a las calles a manifestarse por ya ustedes saben que por lo que sea, cualquier pretexto es bueno para abandonar las aulas y tomar las calles… claro que se repusieron algunos días en pocas escuelas, en muy pocas, en la mayoría ya sabemos que perder clases por ausencia de los maestros poco importa… lo de la pandemia era necesario que se faltara, primero es la vida La preocupación se dibujó en los rostros de algunas mamás, Sara tenía razón, los maestros nada de esto habían comentado, de lo más importante no hablaron pero… así se estila en este nuestro México poco importa que en el transcurso del ciclo escolar las aulas se queden vacías porque a los maestros les pega la gana ir a manifestarse por el pretexto que sea, total, de todos modos les siguen pagando en una lamentable realidad.

EVERILDO GONZÁLEZ ÁLVAREZ