IV INFORME DE GOBIERNO, DE  AUTOALABANZAS NO PASAMOS

Como todos sabemos el pasado jueves 1 de septiembre, el señor presidente entregó su IV informe de gobierno. Las expectativas de que fuera diferente resultaron fallidas, ya que todos los informes que he presenciado en mi larga vida no son más que una autoalabanza. ¿Por qué no lo salpican con un poquito de la realidad que guarda el país y con una buena dosis de autocrítica? Pero Bueno: El primer tema es el de la corrupción el discurso oficial sostiene que ya no existe en el gobierno federal. Un dato duro es el índice de Transparencia Internacional que mide la percepción de corrupción alrededor del mundo. No hay una mejora importante en la calificación de México. El segundo tema es el de seguridad. Los datos duros y la evidencia de los hechos nos indica que, en esta dimensión, México se encuentra en un franco deterioro. Un dato duro más relevante es el incremento de los homicidios dolosos. Es mayor en esta administración que en las dos anteriores. Los bloqueos en el Bajío, Chihuahua y Baja California en semanas anteriores dan evidencia contundente de que el gobierno está fallando. El tercer tema es el de la política social para combatir la pobreza. Los programas han cambiado de nombre y los montos del apoyo son distintos, pero en esencia, es un gasto asistencialista. Finalmente, yo calificaría a esta administración federal en una escala del 1 al 10, en 5.

 

La crítica a los programas de política social para combatir la pobreza, solo sirven para redistribuir, se vuelve clientelar y no genera un cambio de comportamiento. Los programas sirven para mitigar la situación de pobreza, pero no ayudan a resolver el problema de fondo. La realidad de la gestión de México los últimos cuatro años, es mala. En seguridad estamos reprobados con 1. En corrupción el cambio es de una mejora marginal que nos hace pasar con 6 al igual que en combate a la pobreza. En economía le doy un 7. Ya que hay aspectos positivos a pesar de no crecimiento. La calificación promedio basada en datos contrasta con la autoevaluación de 10 reprobado con 5.  

 

El tema del crecimiento económico merece un comentario por separado. Todos los candidatos argumentan que el crecimiento es bajo y prometen mejorarlo. López Obrador no fue la excepción. Los tres últimos gobiernos no cumplieron lo que prometieron. Pero en este caso el incumplimiento es más dramático. Los datos muestran una contracción del PIB en lo que va de la administración. Lo que salva al presidente en materia económica es su compromiso con un manejo responsable con el endeudamiento del gobierno. Y con un cierto respeto a la autonomía del Banco de México. Esto ha dado estabilidad a las variantes financieras.

Pablo Gómez Tarso