ES MENTIRA

Que López Obrador busque una mejor democracia. Quiere, a partir de los resultados de sus ocurrencias, que ya se pueden medir, la pauperización nacional. Que todos sean ignorantes, sin educación y sin dinero, para que sean susceptibles a manipulación. Que estén sometidos a vigilancia permanente por el SAT, y amenazados con procesos penales si se atreven a defenderse: de sus arbitrariedades. Del llamado proyecto de la 4T no es muy diferente a Revolución Cultural de Mao, que trató de transformar la cultura de la sociedad mediante el adoctrinamiento, la represión y la desaparición de sus opositores políticos, para reconstruir su imagen luego de que sus políticas provocaron una hambruna que causo la muerte de 30 millones de personas.

La marcha en la Ciudad de México, donde cientos de miles salieron a las calles en una de las manifestaciones más concurridas del siglo. En la reacción de López Obrador del domingo 13 de noviembre, comprobamos que ve en riesgo a su objetivo y arroja una primera certeza: la capital del país es de oposición. La asistencia reflejo un incremento en el rechazo de López Obrador y a su candidata, Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno capitalina, que sufrieron un fuerte descalabro en las elecciones intermedias del año pasado, y plantea la posibilidad de que el repudio al Presidente y a su protegida crezca, y la izquierda pierda el poder en la ciudad que ha mantenido desde 1997. Sheinbaum tampoco tiene argumentos para contrarrestar. Sus políticas económicas produjeron una paralización de la actividad productiva desde 2019. 

Pablo Gómez Tarso