Más allá de Morena

La devastación institucional a manos de AMLO debería ser motivo para ofrecer una reconstrucción de la administración pública. Primero que nada, sostener la democracia, porque es el único medio genuino de progreso y justicia social. Segundo, rearmar una administración que ha sido dañada en sus formas más avanzadas; la rendición de cuentas por delante; el servicio eficiente, profesional y despersonalizado; la provisión efectiva de bienes públicos que se han desplomado por debajo del suelo, como salud, educación y pobreza cero. Morena levantó esperanzas que han sido traicionadas al convertirlas en la forma actual de la servidumbre: el clientelismo electoral. Pero aún hay quienes creen que es un movimiento que conduce a la transformación progresista del país. Nada más falso. ¿Acaso no puede la oposición ofrecer más y mejor? El programa que ahora es borrador será definitorio. 'Juntos haremos historia' es una coalición patética colgada de un caudillo tan anacrónico como quienes lo siguen. Una verdadera bufonada escenificada por un partido apabullante y dos peleles. Proponer un verdadero gobierno de coalición por primera vez en la historia de México implica comenzar por decir en qué consistirán los mecanismos para organizarlo y por qué es preferible un proyecto consensuado de tres partidos históricos que superen a esa 'falla' histórica autollamada 4T, que no es más que un gobierno de derecha apoyado por izquierdistas radicales que simbolizan eminentemente un final de época, sin anunciar nada nuevo. El FAM puede ofrecer un futuro mejor. ¿Estará a la altura?

 

"Sin duda alguna, la ruta que se construye desde la oposición para el presente y futuro de México es clara y certera, pues busca que nuestro país tenga el primer gobierno de coalición en su historia. Este cambio no solo fortalecerá las instituciones democráticas, sino que también enviará un mensaje claro: la gobernabilidad democrática de México se construye mejor cuando trabajamos juntos desde la diversidad y el consenso."No obstante, la implementación de esta propuesta no estará exenta de desafíos. La construcción de consensos y la gestión de agendas políticas divergentes requerirán un compromiso genuino por parte de los actores involucrados, donde indiscutiblemente también la sociedad civil desempeñará un papel crucial.”