Acabo de leer en Facebook que lamentablemente asaltaron y despojaron de sus bienes, incluida su camioneta, a punta de pistola, a un matrimonio que estaba en el estacionamiento del Wal-Mart Express, un supermercado que durante años fue un Superama. Lo más triste es leer los comentarios que confirman que el atraco no fue un hecho aislado. Sin embargo, también noté que muchos de mis vecinos tienen la impresión de que esa tienda está en el municipio de Naucalpan de Juárez, algo que parece un error menor, pero que explica mucho del origen de la inseguridad que hay en esa zona.

Esa tienda no está en Naucalpan, aunque por su ubicación todos los que por aquí vivimos la ubicamos como parte de Ciudad Satélite, pertenece al municipio de Tlalnepantla de Baz, al igual que la Plaza comercial donde está el Starbucks o el McDonald's. La confusión empieza porque, basta atravesar la calle para pisar territorio de Naucalpan, y si das la vuelta, hacia el Club de Golf o Lomas de Bellavista o sigues hacia la Cúspide por Av. Fuentes de Satélite, ya es terreno del municipio de Atizapán de Zaragoza. Es decir, la tienda está en un predio límite entre tres municipios, de ahí que pase lo mismo que ocurre en la Av. López Mateos a la altura del kínder de la Academia Maddox (ahora, parte de la Red de Universidades Anáhuac), donde la inseguridad es parte del paisaje cotidiano, particularmente en las noches, donde ese pedazo de la avenida López Mateos está más solitaria que la zona del silencio en Durango, en particular cuando rebasan las nueve de la noche, cuando los negocios que están en esa parte, ya cerraron sus cortinas.

El punto es que Wal-Mart Express Oradores, no está en Oradores, ni en la Avenida Fuentes de Satélite, está en el terreno de Bellavista, en Tlalnepantla de Baz, aunque la banqueta sea Naucalpan, algo surrealista propio de estas latitudes. Wal-Mart Express está en Tlalnepantla de Baz, un municipio gobernado por Raciel Pérez Cruz, un ex Diputado federal por el PRD con base electoral en las zonas populares de Tlalnepantla de Baz en la zona de Barrientos, que, sólo visitó Bellavista para inaugurar la repavimentación de unas calles. Wal-Mart Express no está en Atizapán, gobernada por Ruth Olvera Nieto, ex panista y ex edil de Tlalnepantla; Wal-Mart Express no está en Naucalpan, actualmente gobernada por Patricia Durán Reveles (hermana del ahora candidato a Diputado por el Partido Verde y ex edil de ese municipio, José Luis Durán Reveles). ¿Qué tiene en común estos tres alcaldes, además de que casi no les importamos quienes vivimos aquí, pues que los tres, Ruth, Paty y Raciel andan en campaña en busca de ser ratificados para otros tres años de la autollamada 4ta Transformación en esta zona, donde muchos que trabajamos de manera honesta somos calificados como fifís sólo por el hecho de vivir en un lugar menos jodido, pero igual o peor de inseguro que otras colonias populares.

Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán, son gobernados por MORENA, pero, como electoralmente casi ni pintamos, ni nos pelan. ¿Alguien conoce a su diputado local o federal?, ¿han visto a Raciel Cruz, a Ruth Olvera o a Paty Durán haciendo sus compras por el Walmart Express? Vaya creo que salvo pintar bardas, y ponernos su publicidad, ni les interesa hacer campaña de reelección por esta zona, pues saben que no tienen seguidores ni muchos afines por aquí, pero también saben que en el grueso del conteo, ni nos necesitan, pues, somos buenos para quejarnos, pero nunca hemos llegado ni al 50% de votación en cada oportunidad que se nos da.

La inseguridad sólo se solucionaría con la unión de todos: lo primero es conocer a quien vive cerca de ti. Pero habemos quienes no sabemos el nombre ni de quien alquila el departamento de arriba o de debajo de donde vivimos. No basta con poner rejas, plumas, filtros, cámaras o seguridad privada. La unión es la verdadera fuerza contra la delincuencia, lo demás es un complemento.

Una solución política a este desmadre que, estoy seguro, ocurre en otros lugares donde colindan diferentes alcaldías, municipios o, incluso estados, se soluciona desde abajo, con educación, poniendo a cada experto en el lugar que debe ocupar para tomar decisiones. Entendiendo que los cargos públicos son para ejercer el poder en beneficio de la colectividad, y no para estar jodiendo al adversario o, peor aún, para robar y salir impune.

La zona de Satélite-Bellavista tiene muchísimos menos votantes por metro cuadrado, pero, paradójicamente, pagamos más impuesto predial, ya sea a Tlalnepantla, Naucalpan o Atizapán. Por eso, la única solución a largo plazo, sería fundar el “Municipio Ciudad Satélite”, uniendo esa gran obra de la arquitectura urbana, con las colonias aledañas, para crear un espacio seguro, con la más avanzada tecnología en telemetría y videovigilancia, con un cuerpo de seguridad de élite; eso, sin lugar a dudas, sería lo ideal. 

Si tuviéramos el ánimo de organizarnos para crear un municipio único, pues, políticamente queda claro que no les importamos ni a Naucalpan (cuya base de votantes habita las colonias populares del centro de ese municipio como el Molinito, y hasta Chamapa con colonias como La Presa o Cuartos Capulín, incluida la zona industrial) ni a Tlalnepantla de Baz (cuya masa de votantes habita el centro de ese municipio y hasta Barrientos, pasando por todo el corredor industrial), ni a Atizapán (cuya base electoral está en el centro del pueblo de Atizapán y sus colonias aledañas), tendríamos más futuro. 

La fuerza de un Municipio está en dos factores, su economía y su masa de votantes.

Sin embargo, para lograrlo, se requiere impulsar la idea desde el congreso local, lo cual, implica poder de cabildeo y, obviamente, un grupo parlamentario que tenga ese tema como parte de su agenda de prioridades, para finalmente lograr que la iniciativa sea ratificada por el Gobernador en turno. Es decir, es más fácil que Luis Miguel sepa quién desapareció a su mamá a que se logre unificar un territorio que comparte vialidades y necesidades, pero que es gobernado por gente que ni nos ubica. 

No estoy exagerando en mi propuesta, pues ya ha habido intentos en el pasado, y no sólo en esta zona, sino también en Zona Esmeralda que ha buscado desligarse del resto de Atizapán por los mismos motivos, sin embargo, como ya lo han vivido quienes lo han intentado, crear un nuevo municipio es una empresa condenada al fracaso sin la fuerza política que ello implica.

Por eso, por ahora, la solución a corto plazo que nos queda, es cuidarnos entre nosotros, y, aunque nos resulte incómodo, lo que sí tenemos a la mano es CERRAR nuestros espacios, y ser muy estrictos en los controles de entrada. Muchas entradas a un fraccionamiento es sinónimo de mayor facilidad de circulación, pero también de aumentar exponencialmente la posibilidad de sufrir atracos y cosas peores.

Cerrar las calles implica tener que dar vueltas enormes para rodear colonias completas que dejarían de ser de paso, como el caso del cierre artificial del fraccionamiento de Jardines de Bellavista por el acceso que colinda con el Club de Golf y Lomas de Bellavista, o en sus accesos desde la Avenida López Mateos. Sin embargo, al igual que muchas calles de Magisterial Bellavista o de Fuentes de Satélite, o de varias calles de Ciudad Satélite, Echegaray  o San Mateo, la seguridad cuesta mucho dinero, pero ni con todo el dinero se puede comprar la solidaridad y civilidad entre vecinos. La seguridad es algo que es difícil de lograr cuando ni siquiera la mitad de los residentes que forman la parte activa y económicamente colaborativa una Asociación de Colonos logra convencer al resto que disfruta de vivir relativamente seguro, de que aporte o, por lo menos, que no se queje y menos, que entorpezca.

Todos anhelamos vivir en lugares seguros, sin embargo, casi nadie quiere restricciones a sus libertades de tránsito y de circulación, y ése es el verdadero costo que hay que estar dispuesto a pagar: manejar a menor velocidad, horarios para apertura o cierre de accesos, protocolos estrictos para entrada y salida de visitas, y, obviamente, pago puntual de cuotas a las asociaciones de vecinos, mismas que deben ser transparentes en sus finanzas y claras en sus objetivos de trabajo.

En el caso de Walmart Express, antes Superama (que no está en circuito Oradores, sino en Jardines de Bellavista, como parte de la privada Rincón Bellavista con quien comparte estacionamiento), se puede tener más iluminación, cámaras, plumas y vigilantes, pero eso implicaría  pagar el estacionamiento y limitar los horarios de la tienda. Y de nuevo, aquí surgirá el dilema de “mi seguridad vs mi comodidad”, o “mi libertad de tránsito vs mi restricción al libre paso”.

Por ahora, resta esperar las siguientes elecciones. Aunque ya sabemos que nos gobierna gente sin principios ni ideales políticos definidos; gente que no ha dudado en brincar del PAN al PRD o el PRI, o algún partido como el PT o el PVEM (que de ecologista o verde sólo tiene el nombre);  que no se define como de derecha ni de izquierda ni del centro, pero que, con tal de gobernar y seguir haciendo dinero a costa de arreglos y contratos, concesiones y otras tranzas, brincan como chapulines de pastizal, para aterrizar en el partido que sea, mientras les garantice conservar su posición de privilegio, ese que les permita conservar el poder en la familia, y que todo quede entre los cuates.

Nos faltan muchas cosas, pero la solución es política, y no me refiero sólo a salir a votar, eso es obvio; me refiero a organizarnos entre nosotros, cuidarnos y respetar las reglas que nos impongamos en aras de una mejor y más segura convivencia.

Si eres de los que se queja de que cierren las calles, entonces no te rasgues las vestiduras cuando leas que asaltaron a alguien en la tienda a la que acostumbras ir.