AMIGOS:

Yo no sé bien a bien hasta donde sea motivo de alarmarse. Según analistas de reconocido renombre aseguran que, hay que pedirle a Dios que, nos agarre confesados ante el fascismo que recorre a toda Europa. En México ya comienza a manifestarse. Como todos sabemos, ya se ha instalado en Brasil con Bolsonaro. Tenemos que estar conscientes que no hay peste que sea más virulenta y que se extiende más rápidamente que el fascismo. Hacer caso omiso de la amenaza, burlarse de ella, ignorarla y cruzarse de brazos equivale a suicidarse. “La tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es la maldad”, decía Thomas Man. Muy a tiempo estamos de unirnos para que en nuestra Patria impere la paz, la libertad y la democracia, para que no se impongan el miedo, la violencia y la sinrazón. A tiempo de actuar para #ParaQueNoPaseElFascismo.

TESTIGO y víctima de su tiempo Stefan Zweig convencido de que el fascismo se apoderaría de la Tierra, decidió suicidarse. En su última carta y se despidiera de sus amigos sentenció: “Ojalá vivan para ver el amanecer tras esta larga noche. Yo que soy muy impaciente, me voy antes que ellos”. Dice don Epigmenio Ibarra: “Aunque respeto la decisión de Sweig a quien tanto admiro, soy más terco y menos impaciente y, a pesar de percibir las ominosas señales del resurgimiento del fascismo en el mundo y en mi propia Patria, no he de hacerme a un lado de ninguna manera: en primera línea he de formarme, junto a muchas y muchos ciudadanos para defender pacífica y democráticamente las libertades que hemos conquistado”.

LÓPEZ OBRADOR como quisiera decir: “Yo, que fui acusado de ser un peligro para México, ahora después de tres años de gobernar les demuestro que la estabilidad macroeconómica nunca había sido tan sólida. En eso que los gobiernos tecnócratas y neoliberales aseguraban ser los mejores, yo los superé”. Además de que algunos de sus datos son falsos (inversión extranjera y deuda pública, por ejemplo) y otros no son atribuibles a su gestión (las remesas o el control inflacionario) lo que reduce la lista de logros, el hecho del que se ufana AMLO es la inexistencia de una crisis financiera, producto de finanzas públicas más o menos equilibradas. Vender eso como un gran logro cuando ha sido el comportamiento natural de los gobiernos después de la crisis de 1994, no tiene gran mérito; es lo mínimo esperable. Y en ese sentido López Obrador se ha comportado igual que un mandatario neoliberal. Qué bueno.

PERO LA principal crítica a los presidentes neoliberales era que su apego al dogma de la estabilidad macro generaba un crecimiento mediocre de la economía. Por eso solo crecíamos entre dos o tres por ciento anualmente en los últimos treinta años. Cuando se toman en cuenta la ecuación completa -ortodoxia macroeconómica y tasa de crecimiento- es visible la falacia y debilidad del triunfalismo de AMLO. Sí tenemos estabilidad macro (quien sabe cuánto tiempo más aguanten las frágiles finanzas públicas) pero se le olvidó el crecimiento económico; si bien nos va y con todo y el rebote de este año, el crecimiento promedio del sexenio será de entre cero y uno por ciento. Aquí AMLO y sus antecesores no son iguales; la estadística señala que AMLO será peor.

PERO NO solo seremos un país estancado económicamente, sino con mayor pobreza a pesar de los incrementos al salario mínimo y del mayor presupuesto de los programas sociales. ¿Por qué? Porque no hay políticas de promoción del crecimiento y empleo, ni una política social focalizada en los segmentos más pobres, por lo que una buena parte del mayor gasto social ha beneficiado a quien no lo necesita. Los datos de la encuesta de ingreso y gasto de las familias, dada a conocer por el INEGI y los estudios del CONEVAL así lo demuestran. En otras palabras, una relativa solidez en la variable macro, pero un severo deterioro en los indicadores más relevantes: cuánta riqueza se crea, cuántos empleos bien remunerados se generan y cómo se distribuye la riqueza entre la población.

ASÍ LA PREOCUPACIÓN de AMLO por los pobres no se sostiene con los resultados económicos de su gestión. Puede alegar la crisis y la pandemia y alguien le creerá. Pero la barbarie de su gobierno contra los migrantes centro americanos y haitianos no tiene nombre ni justificación. Se pueden entender el compromiso y la presión de Estados Unidos para detenerlos. Pero no la violencia ni el racismo de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración; ni el silencio ominoso de la CNDH; ni la carencia de presupuesto para una atención humanitaria básica (refugios, alimentación, salud) ni la burla de la política de auxilio. El “tengan para que aprendan” parece estar dirigido a los pobres y a los migrantes sobre qué tipo de gobierno es la 4T. Mientras tanto SI QUEREMOS LA PAZ TRABAJEMOS Y OREMOS POR LA JUSTICIA y hasta la próxima chirigoteada amigos: [email protected]