AMIGOS:

Es una verdadera vergüenza nacional que mientras que México y en diversas partes del mundo, miles o a la mejor millones de familias gozan de las enormes fortunas que, a la sombra de Petróleos Mexicanos -vía corrupción- amasaron sexenio tras sexenio indiscriminadamente. Sin detenerse un instante en pensar en el gran daño que causaban a la empresa y a los mexicanos. A la empresa, al convertirla en la más endeudada del mundo. Sin esperanza alguna -por lo menos a mediano plazo-. De devolverle solvencia, máxime, cuando las medidas con las que se pretende son las menos idóneas. A los mexicanos, por varios motivos: Entre estos porque con nuestros impuestos tenemos que pagar nada más, pero nada menos que 4 mil cuatrocientos millones de dólares. Deuda publicada el 1 de noviembre de 2021.

EN LO QUE va de la presente administración, 49 periodistas han caído abatidos por balas lanzadas desde el crimen organizado. Lo deleznable es que, permitir la desaparición de comunicadores, es combatir la libertad de expresión veladamente. Sin que valga de algo la constante negativa: “todos tenemos el derecho a expresar nuestras ideas. Nadie será perseguido por no estar de acuerdo”. ¿Por qué, entonces, no brindarles la protección requerida y oportuna? Las diversas autoridades saben, perfectamente que, tanto defensores de Derechos Humanos como periodistas se han convertido en grupos vulnerables, por obvias razones blanco de los criminales. Aun así, aunque lo soliciten ser protegidos, con pretextos se los niegan. El desenlace es que acaban siendo eliminados criminalmente. 

EL DOMINGO, 28 de noviembre escuché en Radio Imagen que, a la fecha han sido desaparecidas en México 95 mil 321 personas. Menos mal que esa cifra perteneciera al pasado. Pero, lo terriblemente doloroso es que, minuto a minuto sigue creciendo. La mayoría de los familiares y amigos de esas personas desaparecidas no cesan de buscarlas con la esperanza de encontrarlas con vida o, en el más triste de los casos, es que siquiera encuentren sus restos para rendirles los tradicionales homenajes. Bien vale la pena recordarle al Estado que sin la menor duda. Los pobladores de este país esperamos angustiosamente las políticas públicas que reviertan la violencia. Y esto, solamente lo podrá lograr con un combate integral y decidido contra la impunidad. Mientras tanto SI QUEREMOS LA PAZ TRABAJEMOS Y OREMOS POR LA JUSTICIA y hasta la próxima chirigoteada amigos: [email protected]