EL FUTURO DEL ESTUDIANTE

 

En ocasiones el alumno se pregunta ¿por qué estudiar tanto, si en realidad el futuro es incierto? Nada sabemos lo que nos depara el mañana y además es posible que escoja una carrera para la que no soy apto. El futuro de los alumnos sí es incierto y más se acentúa cuando los maestros no los encausan hacia una educación de valores. Más incierto es en los tiempos actuales en que quienes terminan una licenciatura, consideran que podrán mejorar sus condiciones de vida pero, sin embargo, las decepciones llegan cuando enfrentan la realidad, esa que significa no encontrar trabajo, no encontrar dónde poder poner en práctica lo aprendido en las aulas y que en contraparte reciban una remuneración y con el tiempo, podrá ocasionar que ese alumno no podrá recomendar a sus hijos que cursen una carrera.

 

Los maestros juegan un importante papel en la formación de los alumnos pero, si ellos mismos no están preparados, si ellos no recibieron esa formación, poco podrán inculcar a los alumnos y lo anterior es real, es cierto, basta en muchas ocasiones entablar una plática con un maestro para percatarnos de que los alumnos poco podrán aprender de él.

 

El futuro de los estudiantes es incierto y todos los ciudadanos debemos hacer algo para que ese incierto vaya disminuyendo porque tengamos en cuenta que los estudiantes son el futuro de México.

Lo anterior refuerza la imperiosa necesidad de creación de fuentes de empleo, es claro que no solo los empleos van contra el hambre, contra la pobreza, también significan que son lo que los estudiantes anhelan, por lo que dedican una buena parte de su vida.

 

Los estudiantes hacen lo suyo que es el asistir a las aulas a recibir conocimientos y, principalmente los gobiernos de los tres niveles, deben hacer lo que les corresponda que es sentar las bases, para que se establezcan empresas, industrias, talleres e inclusive para que el campo haga lo suyo que es producir. Si lo mencionado no se logra quienes terminan estudios, no ejercerán su profesión y terminarán como muchos: manejando un taxi, vendiendo pepitas, recogiendo plástico de la basura- no estoy contra eso- o bien dándole duro a las cervezas y vinos o como muchos, buscando trabajo en el extranjero, principalmente en Los Estados Unidos.

 

Los tiempos actuales, en que más estudiantes desean cursar una licenciatura, ameritan que se trabaje en creación de fuentes de empleo, de otra forma veremos cada vez más profesionistas sin ejercer y, de igual manera, más pobres en nuestro país, esa es la realidad.  Insisto, no solamente las fuentes de empleo van contra la pobreza como lo mejor, no, también son indispensables para quienes ahora son profesionistas, para quienes han llevado a cabo muchos años de estudio con la clara idea de tener mejores condiciones de vida.

Las universidades abundan por todo el país, esto, ante el incremento de alumnos que desean continuar estudiando.

 

Inicia un nuevo ciclo escolar y deseable es que los tres niveles de gobierno se aboquen a sentar las bases impulsando el establecimiento de industrias, empresas que generen empleos a quienes terminen una licenciatura.

 

EVERILDO GONZÁLEZ ÁLVAREZ

[email protected]