NO LE ALCANZA A AMLO SEGUIR COMPRANDO VOTOS, QUE IRA POR EL DINERO DE LAS “CHACHAS”                 

Buenas tardes, Don Armando, equipo y lectores asiduos. Sin temor a ser atacada por denominar en título de este escrito, con adjetivo popular de “chachas” a las trabajadoras domésticas”. O “reinas del hogar” como se les llamaba en XEW AM la emisora del empresario Emilio Azcárraga Vidaurreta. Desde entonces, quienes limpiaban los hogares de buena y regular economía familiar; de tiempo completo o de entrada por salida. Han sido miembros vitales entre la familia, por ser atentas, serviciales, útiles y mantener la armonía del hogar al limpiar y ordenar la casa y a los hijos de quienes las emplean.

Tal vez por eso se hizo tan famoso el personaje que interpretó la oaxaqueña Yalitza Aparicio Martínez (Actriz y maestra de preescolar), reconocida internacionalmente en 2018 por su debut en la película Roma. La revista Time la clasificó como la mejor actuación del año y fue una de las 100 personas más influyentes del mundo. Miles se identificaron con la historia y se clavaron con su personaje.

En notas de prensa dijeron que las trabajadoras del hogar serán inscritas al Seguro Social, está por verse, más de la mitad se salió del programa piloto implementado hace más de un año por la dificultad para afiliarse. NO cuentan con infraestructura digital ni llenan los requisitos. “Y de que se lleve el gobierno y malgaste el poco dinero que ganan, que no les alcanza, mejor deciden no pagar cuotas”.

Más vale conservar su trabajo con patrones(as) quienes se niegan a pagar más impuestos en seguridad social, primero porque no garantiza ni a sus empleadas domésticas la salud. El servicio doméstico, apenas gana para comer y sus patrones les alcanza para pagarles a ellas y sobrevivir en el intento. El sueldo que ganan ni para estudios, aunque sean 3 o 4 trabajos a la semana. Apenas cubren gastos.

A casi todas les quitaron la ayuda del seguro popular y las guarderías. Hoy tienen que pagar medicinas que no hay en el seguro. Si las “chachas”, en su mayoría madres solteras y/o ancianas que son todavía pilar de casa, ante ausencia de padres muertos a manos del crimen. Tienen que mantener a sus pobres hijos ninis de gobierno clientelar, que reciben ayudas para que estudien, pero las toman para celulares, alcohol, ropa, fiesta y prefieran malvivir en medio de la delincuencia, violencia y drogas, su amenaza constante, mientras su madre trabaja toda la semana y a veces sus sueldos se los roban en transporte.

Si un sueldo mínimo es menor a lo que ganan las señoras del aseo, réstele transportes, alzas de precios semana a semana y sin ayuda gubernamental de antes, su economía ya de por sí es maltrecha de años. Hoy trabajan más por la crisis acelerada con el actual gobierno que solo se ocupa de ver de dónde saca, para seguir con temas electoreros o elefantes blancos que no han beneficiado al grueso de la gente y ha dilapidado el erario negando oportunidades a este sector marginado. Lo ideal sería, dejaran de asear casas y lograran oportunidades de estudio a avanzada edad y con ingresos fijos.

Para colmo la clausura de la 113 Asamblea Ordinaria del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde el presidente del país destacó que inscritos a la fecha en el organismo van 21 millones 600 mil trabajadores, presumiendo que no había sucedido nunca. Obvio, si crece anualmente la población automáticamente, también el número de ingresos al IMSS y por sobrepoblación. Perdón, pero a decir de otros miles, NO es tan eficiente como anuncian cifras oficiales.

Sino pregunten a familiares de derechohabientes que en pandemia recibieron mal trato y declararon muerte por COVID a sus familiares internados, en muchos casos, ingresados con otra sintomatología, pero por ser de tercera edad y estar ¿“Contagiados”? ya no salieron y los entubaron en multitud. Horror.

Las palabras del presidente “Que estamos mejor en sistema de salud gracias al gobierno actual”, es vil mentira; directivos, empleados, sindicalizados y pacientes de unidades y hospitales en varias partes del país, lo contradicen. Más de 130 millones de habitantes en México y Seguro apenas cubre un 16%.

López aseguró que “nos hemos” recuperado de los efectos dañinos de la pandemia. Y que el promedio de salario mensual de los trabajadores inscritos en el IMSS es de 14 mil 600 pesos mensuales. Pero el dirigente de la CTM, señalo que el crecimiento demanda mejor infraestructura, más: equipos, médicos, especialistas, personal, medicamentos, y trabajo eficiente. O sea, más de todo.

El ejecutivo citó que hubo elementos buenos a “nuestro favor” ¿Buenos para quienes? Porque hacia el futuro el ahorro en el IMSS de 400 mil millones de pesos no alcanza a mejorar servicios. ¿Usted le cree? Por lógica a mayor carencia, nula mejoría. Pacientes a la fecha padecen de NO medicamentos y citas asignadas cada vez más lejos. Es fácil emitir discurso político por solidaridad y apoyo económico. ¿Obligado? Tanto de sector empresarial y obrero, como de trabajadores hacia el programa IMSS Bienestar. Es sueño guajiro hacer realidad en México, lo que establece el artículo 4º de la Constitución: el derecho del pueblo a la salud. ¡Ya despierte Sr. López! Una cosa es ser miembro y otra estar sano.

Sí son 80 millones de derechohabientes, y hay más de 130 millones de mexicanos. Existe déficit de más de 50 millones de mexicanos sin seguridad social. Y no confío en números. El programa IMSS-Bienestar es para eso, asegura, “nadie se quede sin la oportunidad de ser atendido ante una enfermedad”. Atendido tal vez, pero aliviado está por verse, estar inscritos es trámite burocrático, bajo corrupción y carencias, sume desaparición de: medicinas, médicos y por el narcotráfico. El ejecutivo es el único que cree se cuenta con especialistas en la montaña, la sierra y la Selva Lacandona.

Cómo, el presidente del ego herido convocó a superflua marcha para ratificar que sigue siendo, según él y sus morenos, el más popular. Prefiere tirar dinero en cuotas para enajenados que lo apoyarán a cambio de la corta. Que cumplir con reformas por la salud, sin cobro de cuotas a señoras que asean el hogar. Deplorable pretender robarles a millones de mujeres que desde que tienen sindicato, las abrocharon para obligarlas a pagar cuotas tanto al gremio como a gobiernos ineficientes, que NO les proporciona mínimas garantías de seguridad, menos vidas dignas. Al contrario, López pretende lucrar hasta de “las chachas”. Es tal su ambición que aparte de controlar el INE para hurtar millones hoy pisotea la libertad y los derechos de miles de mujeres. ¿O usted, que opina?

LIC. JULIETA CAMACHO RIOS